Cualquier conductor, en los años sesenta y setenta, sabía que en verano, mientras unos coches se convertían en unos auténticos hornos, otros contribuían a apaciguar los rigores de la canícula. El color blanco, es sabido refleja mejor la luz solar, mientras que los colores oscuros la absorben. Por eso, la mayoría de conductores se decantaban por vehículos en colores claros – especialmente el blanco- mientras que los colores oscuros – el negro, el morado o el rojo- quedaban para los poderosos que podían pagar un aire acondicionado. Con la democratización de la climatización esto cambió y la elección de color ya no fue una cuestión de economía. Ahora, pero, puede ser una respuesta a los problemas ambientales.
Para una persona sensibilizada con el medio ambiente, el uso sólo en lo imprescindible del aire acondicionado es casi una obligación. El aire acondicionado o los climatizadores incrementan el consumo de combustible del vehículo y con ello se incrementan las emisiones de CO2.
El reducir el consumo del vehículo es una carga veraniega que puede hacerse menos penosa si previamente se ha escogido, a la hora de adquirirlo, una pintura blanca o clara.
Pero, en el futuro inmediato, lo que ahora sólo es una propuesta para concienciados con el medio ambiente y el impacto del cambio climático, puede convertirse en una norma de aplicación para todos.
En California ya se han planteado en serio prohibir los coches pintados de negro. El CARB (California Air Resources Board) hace unos meses estableció unas regulaciones para automóviles que obligan a los fabricantes a contar con pinturas cuya reflectividad de la radiación solar sea de al menos el 20%. Esto apuntaba en particular a los coches de negro en particular y por extensión a todos los colores oscuros.
Cuando los fabricantes de pinturas conocieron esta regulación, dispuesta a entrar en vigor en 2016, con un periodo de asimilación a partir de 2012, se pusieron a trabajar en pinturas negras capaces de cumplir estas condiciones de reflectividad. Desgraciadamente para los amantes de los coches negros, estos fabricantes han dicho que es poco menos que imposible conseguir dichas cifras, así que el resultado más evidente es que el CARB va a prohibir la venta en California de coches que sean negros o oscuros.
El CARB estimado que con esta medida, especialmente en una zona de clima templado como es California, el uso del aire acondicionado será mucho menor, lo que redundará en un menor consumo de combustibles – hasta un 10% menos- y finalmente esto implicará menores emisiones de CO2 a la atmósfera.
El propio CARB además obligará a las marcas a montar lunas, techos solares y pilotos equipados con una capa reflectante, con el mismo objetivo de evitar que los coches se recalienten en su zona de habitáculo.
lunes, 13 de abril de 2009
Los colores de los carros también ayudan al ahorro energético
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